lunes, 19 de marzo de 2007


Hoy supe que se cerró para siempre el telón de una vida, cuyo protagonista no llegué a conocer, pero sí sé de una persona que se habrá quedado sentado en su butaca, observando cada pliegue, rememorando cada escena... Sobre todo por él, he querido añadir estos créditos al final...


Lo siento pero no puedo oler las rosas cuando sólo veo negro... Y no porque sea una persona pesimista, todo lo contrario, creo que soy bastante realista y me gusta llamar a las cosas por su nombre. Así que cuando es negro, es negro azabache... y todo lo cubre, todo lo empaña...


Y añadiré que al igual que decimos siempre que cada canción, cada libro, cada cosa en esta vida tiene su momento, también cada sentimiento, cada emoción tiene el suyo. Y no seré yo quién lo reprima...


Por los que se quedan...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Quizás fue una mala función, quizás nos quedamos dormidas, quizás no se representó, quizás suspendieron la obra, quizás no la supimos interpretar, quizás el protagonista era invisible, quizás fue todo un sueño, quizás no abrieron el telón, o quizás lo abrieron, representaron, actuaron, pero no participamos, no lo sentimos, no nos llegó al alma...
E incluso hasta las personas tienen su momento. Yo siempre tendré mi momento en mí, ¿los demás? Ya lo decidiré...

Anónimo dijo...

qué vida se ha ido? quién ha fallecido?
seny

Anónimo dijo...

En este caso concreto, Butter..., estos quizás no tienen cabida... Mis palabras iban por otros derroteros... Pero es curioso observar cómo unas palabras pueden tener tan diferentes interpretaciones.
En cuanto a lo de las personas... Yo no me siento capacitada para decidir quién tendrá un momento dentro de mí y quién no. Es algo que me vino impuesto con mi nacimiento. No tengo elección, cada persona que se cruza en mi camino deja un granito en mi gran reloj de arena...

besos