sábado, 3 de febrero de 2007

Amor Platónico...


La mayor genialidad de Platón, cuya fascinación no se ha agotado a pesar del paso de los siglos, fue crear un mundo virtual, como diríamos ahora, mucho más perfecto que el mundo real, y con la fuerza suficiente para suplantarlo con éxito.

Amor platónico es, pues, según él, el amor idealizado, el de aquel que considera que sus sentidos no son capaces de percibir toda la perfección del objeto amado, y que ha de guiarse por los ojos del alma, que le ponen en contacto con la misma esencia, con el amor por excelencia.


¿Por qué habríamos de renunciar a los amores más ideales, si podríamos vivir en ellos del mismo modo que se vive un sueño? Es que la ilusión es como la ambrosía: mantiene siempre encendido el deseo y la esperanza y ennoblece la vida. Si podemos idealizar la realidad en que vivimos, si cada uno puede tener para sí el más sublime y perfecto amor, ¿por qué íbamos a renunciar? Esa es la esencia del amor platónico: la disposición a idealizar al ser amado como encarnación del amor. Es la ilusión de tener cada Quijote su Dulcinea, y cada Dulcinea su Quijote...


El amor Plátónico, desde mi humilde opinión, vive sólo en la ilusión, en el sueño, en la "idealidad". Yo lo entiendo como un amor imposible de "realidad", y cuanto menos factible, más ideal se vuelve... sólo se puede idealizar lo que no se conoce, lo que no se puede conseguir... pero es un amor consentido... que no te causa dolor. A mí me hace sonreir...


Para mí, que siento un amor plátonico desde mi infancia por el mismo don Quijote y sabiendo que él siente el mismo amor platónico desde su infancia por la misma Dulcinea, ésta es la mejor forma de describirlo...


Dulcinea: "Hoy he abierto el baúl de mis recuerdos y me he encontrado con tu carta. Me ha encantado volver a leerla. ¿Sabes? Es curioso, aunque no te veo apenas, estás con frecuencia en mi pensamiento y siento que te quiero mucho. No tenemos remedio, ¿verdad? Te mando un beso fuerte."

Don Quijote: "Para mí es raro el día en que tu imagen no cruce mis pensamientos. Y siempre me hace sonreir, aunque a veces con melancolía. Tienes razón, no tenemos remedio. Pero lo que yo te quiero sé que nunca desaparecerá. 1 beso muy fuerte."


1 comentario:

Anónimo dijo...

Es verdad que un amor platónico te hace sonreír...
Y es curioso, pase el tiempo que pase seguirá siendo platónico.
Son aquellos amores que perviven sólo en la cajita de recuerdos, y que cuando la abres, el sólo recordar lo transforma de su idealidad a la realidad, pero solamente en ese preciso instante. Después desaparece, como toda ilusión y sueño. (y aún así, uno sigue sonriendo)