miércoles, 28 de febrero de 2007


Hoy, como casi siempre, pero quizá más hoy, más en este instante, echo de menos tantas cosas... La dulce melancolía, esa fiel compañera, no quiere separarse de mí... Aunque, la verdad es que me siento tan bien a su lado, me es tan grata su compañía, que nunca hago nada para que se marche. Al contrario, hay veces que cuando noto su ausencia soy yo quien necesita buscarla.


Sí, posiblemente hoy extraño un poco más... momentos en un recreo, risas en un aula, chicles en el bolsillo, el olor a hierbabuena, una fuente en Doña Elvira, una cruz de mayo, más risas compartidas, viejas canciones, un primer beso, nuestras acampadas, un carnaval, carcajadas, nuestros secretos, nuestros cafés, el primer escalofrío, las primeras huellas, los veranos en esa playa, con sus eternas noches, los bailes y las macetas en ese bar, tu alegre compañía, las tristes despedidas en un aeropuerto, la nostalgia de la distancia, las nuevas experiencias, el ilusionado reencuentro, la esperanza por el futuro, más y más risas, la búsqueda de caminos, las migajas de pan dejadas en otros senderos, la eterna presencia, la eterna ausencia,...


Dicen que es mejor caminar hacia delante, sin mirar atrás... yo creo que eso es imposible. Y mirar hacia atrás de vez en cuando, no me impide continuar mis pasos...






5 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa dulce melancolía te acompañará siempre porque fue y sigue siendo parte de tu camino... No creo que se deba mirar hacia atrás, volviendo nuestra mirada;
tan sólo basta con girar la cabeza... Como cuando paseas por un parque adornado de árboles alrededor... sintiendo su compañía...

Seele dijo...

a mí es que girar la cabeza me da tortícolis, niu... prefiero fijar la mirada, aunque sólo sea por un instante...

un besito con alma

Anónimo dijo...

Es inevitable mirar hacia atrás, porque ese “atrás” es parte del ahora, ese “atrás” siempre permanecerá en nosotros porque es lo que nos ha llevado a ser lo que somos. Hace poco leí a quien opinaba que para continuar era necesario deshacernos de “nuestra historia personal”, y yo me pregunto: ¿Cómo uno se puede deshacer de uno mismo? ¿Entonces dejaría de ser yo? ¿Desaparecería? ¿Moriría?.........

Seele dijo...

¿Eso dice Paulo Coelho? Él suele distinguir entre "historia personal" y "leyenda personal". Defiende con ímpetu la búsqueda y la consecuente realización de nuestra leyenda personal. He observado que, a veces, "parece" contradecirse.Creo q cuando habla de "historia" quiere referirse a las cargas que vamos acumulando por el camino y que no nos benefician para seguir adelante. Son como lastres... Sería interesante conocer su explicación...

Anónimo dijo...

Seele, un fragmentito referente a "la historia personal", que por cierto la idea surge de un nómada estepario: "para deshacerse de la historia personal hay que repetirla en voz alta con todos sus detalles. Y a medida que la contamos nos despedimos de lo que ya fuimos y abrimos espacio para un nuevo mundo desconocido. Repetiremos esa historia antigua muchas veces, hasta que ya no sea importante para nosotros. Un detalle: A medida que los espacios se van vaciando, es preciso rellenarlos rápidamente, aunque sea de manera provisional con historias diferentes, experiencias que no solemos tener. Así cambiamos. Así crece el amor y cuando el amor crece, crecemos con él." También dice: "Las cosas importantes siempre quedan; lo que se va son las cosas que juzgamos importantes, pero que son inútiles, como el falso poder de controlar el amor". Puede que en parte se refiera a las cargas que no nos benefician, pero aún éstas forman parte de nosotros, y aún éstas nos han hecho ser lo que somos, pensar lo que pensamos, sentir lo que sentimos, y opino que de vez en cuando no está mal recordar aquello que nos enseñó un camino.