martes, 13 de marzo de 2007

Tus



son como



Gracias...




Y un consejo, al que no debes hacer caso, por supuesto...porque nadie escarmienta por cabeza ajena y porque probablemente ni lo necesites...





... piensa bien lo que vas a decir, asegúrate de sentirlo, sé prudente, no te precipites, no te hagas esclavo de tus palabras, nunca. Y si decides serlo, sé consecuente después con ellas, acepta y cumple su condena...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A menudo necesitamos de los demás para que nos alumbren nuestro camino.
A medida que va pasando el tiempo, nos damos cuenta que no necesitamos de los demás... nosotros y los "otros" alumbramos nuestro camino día a día.
(y sin necesidad de hablar.. tan sólo viendo la intensidad de esa luz...)

Alada dijo...

Hay pocas personas a nuestro alrededor que nos puedan alumbrar nuestro camino...
Por eso hay que alimentar esa "luz" todo lo que podamos e intentar que no se funda nunca...

Besitos a mis bombillas

Anónimo dijo...

A veces, cuando no pensamos en lo que decimos, esos momentos de cólera o indignidad en el que nos puede más la ira que el razonamiento, decimos cosas que pueden dejar sin luz el camino de la otra persona, a veces amiga, a veces amada, a veces familiar, a veces desconocida, pero persona, ser humano, y nadie tiene derecho de disponer de la luz del otro. Es necesario pensar, ser empático, tener sensibilidad, ser sensible...
(Por cierto, mi querida Seele, elegimos una misma imagen para proyectos diferentes, ya descubrirás por qué dije esto...)