miércoles, 14 de marzo de 2007


Voy paseando por un camino solitario. Disfruto del aire, del sol, de los pájaros y del placer de que mis pies me lleven por donde ellos quieran. A un lado del camino encuentro a un esclavo durmiendo. Me acerco y descubro que está soñando. Por sus palabras y sus gestos adivino... Sé lo que sueña: el esclavo está soñando que es libre. La expresión de su cara refleja paz y serenidad. Me pregunto... ¿debo despertarlo y mostrarle que sólo es un sueño y que sepa que sigue siendo un esclavo? ¿O debo dejarlo dormir todo el tiempo que pueda, disfrutando aunque sea en sueños de su realidad fantaseada?


¿Cuál es la respuesta correcta...? Me encojo de hombros. Creo que no hay respuesta correcta. Cada uno debe encontrar la suya propia...


Pero te diré una cosa, mientras estás paralizado, acércate al esclavo y míralo, si ves que soy yo el esclavo: ¡Ni se te ocurra despertarme! Ya sabré yo solita discernir entre la realidad y el sueño, ya aprenderé a distinguirlo...


Y tú... ¿qué harías?

4 comentarios:

Alada dijo...

Pues yo prefiero seguir soñando y que nadie me despierte...incluso en lugar de que no fuese un sueño sino una pesadilla, prefiero que nadie me despierte!!!
Creo que es bueno que sea uno mismo quien aprenda a diferenciar entre fantasía y realidad, y además mañana tengo que madrugar, así que no me desperteis por nada del mundo! jejeje
Besitos exclava de mi corazón

Anónimo dijo...

Se suele decir que de sueños también se vive..
Le daría la oportunidad aunque sea por unos instantes de vivir un sueño. Aunque despierte, aunque después se de cuenta de que no es real... La vida es así, darse cuenta de lo que verdaderamente tenemos. Mientras tanto, soñemos de vez en cuando, nos hace daño si sabemos la intención del sueño.
besos

Anónimo dijo...

Quería decir que No nos hace daño si sabemos la intención del sueño...
A ver... es que mientras lo escribía estaba medio dormida.jeje

Anónimo dijo...

Dormiría junto a él, intentaría participar de su sueño, para así entender mejor su realidad, sus sentimientos, y poder echarle una mano luego, cuando despierte, a quitarse las esposas, por ejemplo, ¿por qué no?

En cuanto a mí, si fuera ese esclavo, jamás despertaría, seguiría soñando incluso despierta hasta que consiguiera la libertad, momento en que ésa sí sería mi vida y la viviría. Hay momentos en la vida en que la única salida es soñar, y como decía nuestro Calderón de la Barca, cita que oí recientemente, el viernes sin ir más lejos en un concierto: "Y es que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son"...