viernes, 9 de marzo de 2007


Una gota... otra gota... así hasta que se colma un vaso...

Debo cerrar el grifo, pues es una pena malgastar tanta agua... tan valiosa como es...
Además, no me gusta ver el vaso así, rebosando... Observo el agua derramada, de nuevo siento pena, pero me consuelo pensando que no podía hacer nada (no siempre "querer es poder", no todo es así de radical), al menos más de lo que ya había hecho por evitarlo.
Y espero...no, mejor dicho, deseo que esas gotas algún día lleguen a formar parte del inmenso mar...
Quizá, algún día, vuelvan a mí convertidas en gotas de lluvia...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hacemos bien cerrando el grifo para no malgastar las gotas con los vasos que no son capaces de apreciar el agua que les das de beber. Pero ábrelo para un nuevo vaso seco y vacío. El agua es vida, y si aquel vaso no fue inteligente, si no bebió vida, otro vaso estará esperándola como agüita de mayo. Lo mejor es que el agua derramada se evapora con el tiempo y se la lleva el viento.

Anónimo dijo...

Krishnamurti dice: "Una taza sólo sirve cuando está vacía." Imagina que eres una taza. Una taza llena, de leche... La leche es algo útil, nutritiva, importante, vital. Imagina llevando el contenido donde sea más util. Te darás cuenta que no puedes darlo sin vaciarte, y si lo haces, dejarás de ser la taza llena.Esto te hará sentir como que sólo puedes servir para esa leche, caliente o fría. Y seguro que no es lo que quieres para ti...

No era aquello lo que quería para mí.
No es lo que quiero ahora para mí.
Quiero vaciarme...
Para poder llenarme...
Para nunca estar lleno...
Para ser la esencia de mi mismo...
Para vivir...